Esperar que un recién nacido duerma más de 3 ó 4 horas seguidas durante la noche es prácticamente una utopía. No te podemos asegurar que ningún bebé tan pequeño no pueda dormir toda la noche, pero es algo muy excepcional.
Uno de los principales motivos por los que tu bebé se despertará con frecuencia durante la noche es porque tiene hambre. Su estómago es pequeño y tiene poca capacidad, con lo que necesita llenarlo muchas veces a lo largo del día. ¿Con qué frecuencia? Pues eso dependerá de muchas cosas: si estás dándole lactancia materna o lactancia artificial, si tiene una buena succión y es capaz de vaciar el pecho sin cansarse y dormirse, de la necesidad que tenga de estar en contacto contigo no sólo para mamar por hambre sino también para sentirse reconfortado…
Pero no sólo el hambre puede interferir en el descanso de tu bebé. Estoy segura que en más de una ocasión habrás escuchado a una mamá o papá quejarse de que su bebé únicamente se duerme cuando está en brazos, que es imposible meterlo en su cuna, etc.
Hoy hablaremos sobre esas pequeñas cosas que puedes hacer para que tu bebé descanse y por lo tanto no se despierte cada media hora (por ejemplo) y como consecuencia tú puedas dormir algunas horas seguidas.
1. Elegir la habitación donde dormirá tu bebé y ser flexible:
Lo primero de todo es que sería ideal que decidieras antes de que nazca dónde quieres que duerma tu bebé (si tu bebé ya ha nacido, tranquila. Puedes hacerte esta pregunta igualmente, nunca es tarde).
Hay diferentes opciones y ninguna es mejor que la otra, simplemente tienes que pensar cuál es la que mejor se adapta a las necesidades de tu familia. Tu bebé puede dormir:
- en la misma habitación que tú.
- en su propia habitación.
A continuación te expongo brevemente los pros y contras de cada opción. Aunque repito; la que escojas estará bien y sobre todo, como todo en la maternidad/paternidad, sé flexible y si pruebas una opción que no os funciona, no te obceques y prueba otra alternativa.
Una vez hayas decidido en qué habitación dormirá tu bebé también tendrás que escoger entre las diferentes modalidades de cuna que hay (convencional, de colecho, moisés) o si dormirá contigo en tu cama. La ubicación de la cuna dentro la habitación también es importante. Los bebés son muy sensibles a las corrientes de aire o la luz directa por poner algunos ejemplos. Si tu bebé no descansa bien en su cuna o se despierta con frecuencia el primer paso es cambiarla de lugar.
2. Adecuar la ropa de tu bebé para dormir:
Seguro que alguna vez has visto a un bebé dormir en cualquier sitio: entre sillas en un restaurante, en el cochecito en el parque e incluso sobre una alfombra en el suelo donde estaba jugando. Pero hay una gran diferencia entre dormir por agotamiento y descansar de manera confortable.
Si lo que buscas es que tu bebé esté cómodo y descanse durante la noche una vez lo has dejado en su cuna o tu cama es importante que cuides detalles como la ropa.
Procura que el tejido de las prendas que utilice para dormir sea lo más natural posible, preferiblemente algodón. Tienen que permitir que transpire y proporcionen calor según la estación del año. La ropa debe respetar la movilidad de tu bebé, la flexión y extensión de brazos y piernas. Evita todos los ornamentos innecesarios (como bordados y puntillas) que pueden dañar la piel de tu bebé y generar malestar.
Los pijamas deben ser fáciles de abrochar. Durante la noche será necesario que hagas algún cambio de pañal (sobre todo los primeros meses cuando hacen varias deposiciones al día). La mínima manipulación hará que tu bebé no se desvele del todo.
En cuanto a la cantidad de ropa que necesita tu bebé para dormir (las mamás vivimos obsesionadas con que nuestro bebé no pase frío) ten en cuenta la temperatura del ambiente. Recuerda esta regla: ni mucho frío, ni mucho calor vestido como mamá más una capa.
3. Hacer de su cuna/cama un nido de amor:
El mejor lugar en el que descansará tu bebé es en tus brazos. El problema es que además de contemplarlo durante horas necesitarás hacer otras cosas. Y por la noche al igual que él será imprescindible descansar y reponer fuerzas para el día siguiente.
A todos nos gusta meternos en una cama que nos abrace y en la que sentirnos confortable. Por eso el objetivo que debes tener en mente cuando prepares su cuna/cama es que sea lo más parecido a estar en tus brazos. Intenta que tu bebé reconozca en este lugar un nido de protección y amor.
Para ello es importante que la ropa de cama que utilices al igual que sus prendas de vestir sea de un tejido natural y liviano. Evita mantas o colchas pesadas y no ajustes las sabanas como si estuviera dentro de un sobre. Facilita que tu bebé pueda moverse de manera que no se despierte porque tenga dificultades para darse la vuelta.
A pesar de que la ropa debe permitir su movimiento evita la posibilidad de que se hagan arrugas (sobre todo en la sábana bajera) o que acabe enrollado entre las mantas.
Asegúrate que la ropa sobre la que descansará tu bebé tiene una temperatura adecuada. Imagina lo desagradable que tiene que ser estar calentito entre los brazos de mamá y de golpe sentir el frío de la sábana en la cara. Un truco muy valioso en invierno es tener cerca de su cuna una manta eléctrica. Puedes colocarla en el interior de la cuna/cama mientras le das de comer y así mantener su propio calorcito evitando que se enfríe.
4. Ayúdale a distinguir la noche del día:
De manera natural nuestro organismo distingue la noche del día. Los humanos somos seres activos durante el día que descansan de noche (al menos gran parte de nuestra vida, no podemos contar la adolescencia como patrón de sueño).
La Melatonina es una hormona segregada por la glándula pineal (situada en el centro del cerebro) y forma parte del sistema de señales que regulan el ciclo circadiano, favoreciendo la conciliación del sueño. Para que la melatonina sea secretada es necesaria la oscuridad, ya que la luz inhibe su producción.
Por ello a pesar de que popularmente se diga que los bebés deben acostumbrarse a dormir en cualquier situación con luz o claridad y ruido, la verdad es que biológicamente están preparados para dormir mejor con oscuridad y en ambientes tranquilos.
Los primeros meses de vida tu bebé seguirá su propio ritmo y este estará marcado por las tomas. A medida que crezca durante el día estará más activo y las horas de sueño se concentrarán por la noche.
Para facilitarle la distinción entre el día y la noche puedes:
- Utilizar dos lugares diferentes para dormir. Por ejemplo durante el día en una hamaquita, su propia cuna (si es portable) o un colchón de suelo en el salón y por la noche en su cuna en la habitación.
- Atenuar las luces durante el día cuando tu bebé esté descansando, pero manteniendo cierta claridad.
- Durante la noche en los cambios de pañal o las tomas utiliza una iluminación suave para fomentar al máximo la oscuridad.
- Los ruidos propios del día no se deben evitar, pero sí respetar el sueño de tu bebé bajando el volumen de la televisión o moderando el tono de voz.
- Por la noche procura que en la habitación haya silencio.
5. Evita incomodidades físicas:
Si tu bebé tiene calor, frío, picor, dolor o dificultad para respirar será más fácil que se despierte y tenga problemas para volver a conciliar el sueño.
Es necesario que la habitación donde duerme tu bebé esté libre de agentes irritantes como el polvo o los ambientadores con olores penetrantes. Los bebés son muy sensibles a todo lo que les rodea y estos agentes pueden afectarle a nivel respiratorio.
Como ya habrás notado, tu bebé respira habitualmente por la nariz y de manera excepcional por la boca. Si tiene algún proceso intercurrente su patrón respiratorio se alterará. El descanso nocturno y la alimentación se verán afectados, entre otras cosas. Por eso procura hacer una buena limpieza de nariz después del baño y antes de que se vaya a dormir para ayudarle a respirar mejor.
Es posible que al empezar con la dentición tu bebé se despierte por las noches llorando o quejándose. La simple postura horizontal favorece que las encías estén más irrigadas y duelan más. Aunque es un proceso totalmente natural y todos los bebés pasan por él, puedes ayudarle a que disminuyan las molestias con algún analgésico (paracetamol o ibuprofeno) comentándolo previamente con su pediatra o enfermera.
Por último hay bebés que se sienten incómodos por tener los pañales mojados y necesitan más de un cambio durante la noche. Otros pueden pasar toda la noche con el mismo pañal sin problemas. A medida que conozcas las preferencias de tu bebé opta por la opción que mejor os vaya a ambos, teniendo en cuenta que el cambio de pañal ante una deposición no se puede retrasar para evitar irritaciones de la zona perianal.
6. Rituales nocturnos:
Con frecuencia he escuchado la frase «a ver cuándo aprende a dormir mi hijo». La verdad es que tu bebé sabe dormir desde antes de nacer, cuando estaba en tu útero. El problema es que no tiene el hábito de dormir igual que los adultos. A medida que crezca es importante que cree asociaciones positivas con el sueño y el acto de irse a dormir.
Las asociaciones con el sueño pueden ser:
- primarias: son las que activan el sueño.
- secundarias: ayudan a crear un ambiente relajado para que se active el sueño.
Las asociaciones primarias más comunes a las que responden la mayoría de bebés son tomar el biberón o el pecho, estar pegado a mamá o papá en un portabebés y el movimiento de balanceo (en una cuna o en brazos).
Los rituales nocturnos se forman a través de las asociaciones secundaria y pueden ir desde utilizar luces y música suave, leer un cuento, dar un masaje o una combinación de varias.
7. Proporciona seguridad a tu bebé:
Los bebés necesitan sentirse seguros y protegidos por su padres. La sensación de desamparo y vulnerabilidad es uno de los principales factores por los que un bebé puede estar irritable. El calor y amor de tus brazos es lo que mayor seguridad le proporcionará.
Pensando en esa necesidad de protección que necesita tu bebé es necesario que el lugar donde descanse sea una prolongación de tus brazos y el espacio le proporcione una seguridad, si no igual, lo más parecida posible.
Las cunas o camas, aunque pequeñas, son una inmensidad para tu bebé que ha estado durante 9 meses en un espacio tan reducido como tu útero. Por eso es frecuente ver como los bebés en general buscan estar en contacto con los bordes o paredes de la cuna. Les ayuda a tener conciencia de sí mismos y limitar el espacio.
Para ayudarle en esa sensación de recogimiento se pueden utilizar los cojines antivuelco (que además podrás prevenir que se ponga boca abajo) o hacerlos tu misma enrollando una toalla de tocador (es muy sencillo y práctico de cambiar y lavar si se ensucia).
Acostar a tu bebé envuelto en un arrullo es otra opción. Normalmente se duermen en brazos acurrucados y da «pena» destaparlos. Pero la recomendación de traumatólogos y fisioterapeutas es evitar esta práctica de manera prolongada durante la noche, ya que limita el movimiento de tu bebé y puede ser perjudicial para sus caderas.
Clara dice
Yo creo que seré de esas mamis que han tenido suerte, porque desde que cambiamos a Diana de la minicuna a la cuna, solo ha hecho berrinche cuando ha estado malita, así que no me puedo quejar para nada. Ella está en su habitación con su preciosa cunita de Micuna y nosotros en nuestra habitación. Es un amor verla dormir tan agustito!
nuria casals gutierrez dice
A mi hija le regalaron un edredón nórdico relleno de seda de la marca AltaSeda y duerme toda la noche muy agusto . Es fantástico es un producto natural y evita los ácaros. Estamos encantados, de echo nos hemos comprado uno para nosotros también. Os lo recomiendo!
carles dice
Muy buen artículo, yo utilizo la técnica de ponerle un video de youtube con música y se duerme fácilmente.
Saludos