¿Quieres portear a tu bebé desde el nacimiento? ¿Has pensado alguna vez en dar el pecho mientras porteas dando un paseo o tomando algo en una cafetería? ¿Tu bebé ya camina y en los paseos a ratos va en brazos y otros en el suelo? La bandolera es un portabebés que puede serte útil.
Las bandoleras son uno de los portabebés más sencillos de utilizar. Una de sus características más importantes es que el peso del bebé se carga en diagonal, desde un hombro pasando por la espalda y acabando en la cadera opuesta al hombro, lo que hace que el reparto del peso sea asimétrico. Por ello se acostumbra a utilizarla durante periodos de tiempo cortos o en combinación con otro portabebés.
La recomendación es que practiques el porteo con ambos hombros para no provocar ninguna sobrecarga muscular en la espalda. Aunque no es tarea fácil, dependerá de si eres zurda o diestra y si utilizas la bandolera para hacer alguna tarea o solo pasear.
Permite dar el pecho al bebé de manera segura y cómoda
Es ideal para dar el pecho a tu bebé en posición semitumbado (horizontal) cuando es pequeño y erguido (vertical) a medida que vaya creciendo.
La bandolera se compone de una tela de unos 60-70cm de ancho y de entre 1’5-2’5m de largo, con una pareja de anillas cosidas en un extremo.
Escoje la tela, anillas y plegado que mejor se adapte a tus necesidades.
Hay una gran variedad de telas entre las que escojer tu bandolera perfecta. Los hay de:
– Tejidos simples o naturales: algodón (suaves y fáciles de ajustar, recomendables desde el nacimiento hasta los 9 meses), lino (algo más asperas, pero muy resistentes, puede utilizarse con niños de hasta dos años) o seda (manejables y fáciles de ajustar, transpiran menos, aunque son muy elegantes y pueden utilizarse hasta los doce meses).
– Tejido artificial tipo solarweave: son las bandoleras para portear en el agua, se secan muy rápido y protegen contra los rayos ultravioletas.
– Tejidos de fular: al igual que con los fulares dependiendo si son de sarga cruzada, jacquard, la mezcla de hilos con la que esté confeccionada y el grosor hará variar el sostén de la bandolera y su facilidad para deslizar entre las anillas.
En cuanto a las anillas debes tener en cuenta que sean de aluminio, de una sola pieza y sin soldaduras para que no puedan abrirse y evitar así posibles accidentes. Que tengan cierta resistencia al agua ya que muy probablemente tu bebé algún día las chupe. Las hay de muchos colores y dan múltiples combinaciones con los estampados de la tela. También las hacen de Nylon para las bandoleras de agua.
Y por último podrás elegir el plegado de la tela sobre las anillas, es decir, la forma en la que está cosida la tela al salir de las anillas. El plegado que más se utiliza es el de abanico o Sakura, en el que la tela sale ya extendida desde las anillas, facilitando que se extienda por una gran parte de tu espalda y el peso del bebé se reparta mejor.
Otros plegados que puedes encontrar entre otros son: el de Tablas (muy vistoso estéticamente pero con menor reparto del peso) y el tipo Kalea (parecido al de tablas pero con un trozo de tela suelto en medio, se depliega más sobre el hombro y se moviliza menos arriba y abajo que el Sakura).
Consejos útiles para manejar la bandolera sin problemas
Una de las dificultades comunes en el uso de las bandoleras es aprender a ajustar la tela al bebé y deslizarla entre las anillas. Además del tipo de tela que escojas hay varios trucos que te podrán ayudar a «domar» tu bandolera:
1. Lavarla un para de veces en la lavadora antes de portear.
2. Plancharla con vapor para que las fibras de la tela pierdan el apresto inicial.
3. Trenzar o enrollar la tela para hacerla más maneable.
4. Repartir bien la tela en la anilla y tirar de una pequeña sección cada vez.
5. No dejar demasiado tejido suelto, sobretodo si tu bebé es pequeñito.
6. La primera vez que la utilices elige un momento en el que tu bebé esté tranquilo y contento, todo lo nuevo es mejor probarlo con un estado de ánimo positivo.
En la siguiente infografía podrás ver las ventajas e inconvenientes de la bandolera de anillas, así como las diferentes posiciones en las que podrás colocar a tu bebé.
Opinión personal
Las bandoleras son una buena opción para portear a los recién nacidos, ya que tanto en posición horizontal como vertical respetan la fisonomía del bebé y le dan una gran sensación de seguridad y confort.
Aunque puede ser algo costoso aprender a ajustar la tela, si la «domas» antes de usarla, con un par de veces que practiques sin llegar a colocar al bebé es suficiente.
Me parece el portabebés ideal cuando tu bebé empieza a tener curiosidad por ver todo lo que le rodea, ya que porteando a la cadera tiene una visión de casi 360º. Además una vez empieza a ser más autónomo y caminar, puede hacer más llevaderos esos paseos en los que tu bebé pasará de estar tan feliz en el suelo a querer que lo cojas en brazos y al revés.
El único inconveniente quizá que le encuentro es que al cargar el peso en diagonal si no tienes lo suficientemente fuerte la musculatura de la espalda, puedes cansarte más rápido o sufrir alguna contractura.
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