Las primeras compras para tu bebé empiezan mucho antes de que nazca. Desde el momento en que sabes que estás embarazada o vas a ser padre es casi inevitable fijarte en los escaparates repletos de ropita para bebé.
¿Cómo deber ser la ropa de tu bebé?
- De fibras naturales: preferiblemente algodón ya que la piel del bebé es muy delicada y necesita que los tejidos sean suaves y gustosos.
- Holgada y de fácil colocación: el bebé necesitará libertad de movimiento y le pondrás y quitarás muchas veces al día la misma prenda para, por ejemplo, cambiarle el pañal.
- Con los puños amplios y gomas que no aprieten: a veces al lavar la ropa las gomas pierden elasticidad y se quedan rígidas dejando marcas en la piel de tu bebé o incluso incomodándole.
- Sin almidonar, puntilla o pelo porque son molestas para las primeras semanas de vida de tu bebé.
- Fácil de abrochar: los corchetes son muy fáciles de utilizar, evita el velcro porque puede arañar la piel del bebé o los botones por el riesgo de que se caigan y se los meta en la boca.
- Sin grandes costuras y recuerda que debes retirar las etiquetas de cada prenda.
- Evita los imperdibles ya que pueden abrirse y hacerle alguna herida al bebé.