Seguramente todos hemos visto alguna vez a un bebé con un osito, mantita o muñeco medio roto, sucio y del cual no quiere separase nunca. Es lo que se llama objeto de transición o apego.
Al nacer tu bebé no sabe diferenciar dónde termina su persona y empieza el mundo que le rodea, especialmente tú, su mamá.
A medida que crece, tu bebé descubrirá poco a poco que es un ser independiente a ti. Esto puede generarle angustia y miedo.
El objeto o conducta transicional cubre ese intervalo en el desarrollo de tu bebé entre la vida en la realidad subjetiva tal como él la vive y la aceptación de la realidad exterior.
El uso de un objeto transicional representa para tu bebé una primera posesión del no Yo. Aunque no lo entiende totalmente externo a él, tampoco lo considera parte de sí mismo. [Leer más…]