Aunque tu bebé sólo tome leche (ya sea lactancia materna o artificial) es fundamental cuidar su boca para prevenir posibles caries en el futuro o una infección por hongos.
Es importante mantener las encías límpias de tu bebé incluso antes de que el primer diente asome (alrededor de los 6 meses, aunque puede ser más tarde).
Es importante la higiene porque aunque la alimentación de los lactantes sea solo de leche, esta también puede dañar la futura dentadura de tu bebé. La leche materna y la artificial contienen glúcidos (azúcares) que si no se eliminan de las encías pueden favorecer la aparición de caries en la dentición decidua (llamados también dientes de leche).
Muchas veces al mismo tiempo que sale el primer diente se introducen nuevos alimentos a la dieta del bebé con lo que aumenta el riesgo de sufrir infecciones o caries.
La exploración a través de la boca tiene riesgos para la salud bucal de tu bebé
Tu bebé descubre el mundo a través de la boca, incluso antes de hacerlo con la vista o el oído. A medida que va creciendo no sólo chupa el pezón, la tetina del biberón o el chupete, sino que todo lo que está a su alcance pasa por su boca. Esto puede ocasionar erosiones en la mucosa oral, que junto con cambios en el pH de la saliva hace que las bacterias que habitan normalmente en la boca de manera inofensiva proliferen y causen una infección.
La infección oral más común en los lactantes es el muguet. La causa es un hongo llamado Candida Albicans. Lo reconocerás porque se crea una capa blanquecina esponjosa en la lengua y/o el paladar que se parece mucho a leche cuajada regurgitada o yogur, que cuando intentas retirarla con una gasa húmeda no se va.
El muguet no da fiebre y la forma de diagnosticarlo es observando las lesiones en la boca. Para el bebé puede ser molesto y por ello podría rechazar el alimento parcialmente o tener dificultades para dormir.
El tratamiento es sencillo y muy efectivo: aplicar una solución antifúngica 3 ó 4 veces al día durante 7-10 días.
Una buena higiene la mejor prevención
Como es habitual el mejor tratamiento es la prevención, tanto para las caries como el muguet, para ello es suficiente con mantener una buena higiene oral.
Al igual que limpiar la nariz de secreciones es posible que a tu bebé no le guste que le limpies la boca, pero si es un hábito que incluyes en su higiene diaria se acabará acostumbrando y cuando llegue el momento de lavarse el solo los dientes ya lo tendrá incorporado a su rutina.
Incluir la higiene bucal en las rutinas del cuidado diario
Para los primeros meses de vida, cuando aún no haya ningún diente, puedes limpiar sus encías con una gasa o trapo limpio mojado en agua. No es necesario que utilices ningún dentrífico o elixir, será suficiente con eliminar los restos de leche que puedan quedar por la boca.
Una vez haya aparecido el primer diente puedes seguir limpiando las encías igual que hasta ese momento e incorporar el uso de un cepillo de cerdas suaves especial para bebés. Seguirá siendo suficiente el uso de agua para la higiene, aunque es recomendable conseguir un aporte de flúor suficiente.
Recuerda que tu bebé aprende por imitación y a medida que crezca le gustará hacer todo lo que tu hagas. La mejor manera de que interiorice la importancia de una buena higiene bucal y el cuidado de los dientes es que te vea a ti hacerlo.
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