A medida que tu embarazo avance te darás cuenta de la gran oferta de complementos para la maternidad y crianza que puedes encontrar en las tiendas de puericultura o especializadas en bebés.
No todo lo que ofrecen es necesario. Pero sí que puedes encontrar productos que en un principio te harán dudar de si los necesitas o no y que podrían serte de gran utilidad. Los cojines de lactancia están entre ellos. También se llaman cojín para amamantar o almohadas de lactancia.
A lo largo de los primeros meses de vida, tu bebé como mínimo hará una toma cada 2-3 horas o lo que es lo mismo, una media de 8-10 al día. Cada toma dura unos 20 minutos aproximadamente (al principio más y a medida que crezca menos). Esto implica que pasarás muchas horas durante este periodo en la misma postura, lo que se puede traducir en dolores de espalda, sobrecarga de las cervicales o las lumbares.
Un cojín de lactancia es un accesorio que puede tener diferentes formas, longitudes y rellenos. Está diseñado especialmente para ayudar a la madre a amamantar a su bebé en una forma correcta y cómoda. Sirve de soporte para no tener que cargar con el peso del bebé en los brazos y permite mantener una postura relajada sin forzar la espalda.
Aunque no sólo están diseñados para dar el pecho, también encontrarán beneficios las madres que dan lactancia artificial a su bebé, ya que les permitirá tener una mano libre sin tener que cargar el peso del bebé en un solo brazo.
El cojín de lactancia es un artículo muy versátil, no sólo se utiliza durante la lactancia, sino que también te será útil durante el embarazo, cuando te sientas incómoda al sentarte en el sofá o estar tumbada en la cama. Además cuando tu bebé sea un poquito más grande y empiece a mantenerse sentado le servirá como soporte trasero y lateral.
Es posible que al principio cuando los veas en la tienda (algunos ocupan un volumen considerable) pienses que para el poco tiempo que lo vas a utilizar mejor te las arreglas con cojines normales que tengas por casa o todo lo contrario: que te enamores de alguno y creas que no vas a poder vivir sin él.
Tipos de cojines de lactancia
Antes de comprar ningún cojín de lactancia nuestro consejo es que mires los diferentes modelos que hay en el mercado y si no estás segura de cual será mejor para ti esperes a que tu bebé nazca. Así podrás saber cuales son tus necesidades reales.
A continuación hablaremos de los diferentes tipos de cojín que puedes encontrar.
Cojín de lactancia según la forma
- De herradura o U: se trata de un cojín semi-rígido, más bien pequeño, que se introduce en la cintura de la madre por la parte abierta y se ajusta a su contorno para colocar al bebé encima. Los hay de diferentes tamaños y rigidez. La ventaja que proporcionan es que la forma ya está preestablecida y son manejables, lo que es más cómodo para sacarlo de casa.
- De churro o serpiente: este es un cojín alargado, completamente abierto, bastante blando y por lo tanto muy adaptable. Son los que se utilizan durante el embarazo. Suelen ser grandes y un poco engorrosos para llevar fuera de casa.
Cojín de lactancia según el relleno
- De microperlas: suelen tener un tamaño de entre 3 y 5 mm. Son inoloras y aptas para alérgicos. Su principal ventaja es que permiten amoldar el cojín a la forma que tú quieras y no pesa. Además se pueden lavar en la lavadora y secadora (aunque por su tamaño se recomienda que haya funda interior y exterior).
- Fibra de poliéster: la fibra tiene la ventaja de mantener la forma preestablecida. Al mismo tiempo se adapta a las partes del cuerpo que se apoyan, repartiendo la presión ejercida en una zona concreta. Es apta para alérgicos y se puede lavar en lavadora a 60ºC.
- Semillas naturales: habitualmente son semillas de arroz o vaina de espelta que han sido limpiadas y tratadas con calor. Este relleno es transpirable y tiene un olor natural muy agradable. Apto para alérgicos.
Complementos
Los cojines de lactancia cada vez son más completos y además de elegir la forma y el relleno, también hay disponible una gran variedad de fundas:
- Con diferentes colores: estampadas o lisas.
- Que repelen el líquido; muy útil en caso de que tu bebé tenga tendencia a la regurgitación, vómitos o fugas de pañal.
- Ergonómicas con arnés para el bebé.
- Con bolsillo para guardar algún objeto.
Ventajas e inconvenientes del cojín de lactancia:
La mayor ventaja que ofrece es que puedas estar cómoda mientras alimentas a tu bebé. Si tienes problemas de espalda te ayudará a eliminar tensiones durante la lactancia y tener una buena postura corporal.
Ahora bien cuando se trata de amamantar a tu bebé el cojín puede ser un gran aliado o tu peor enemigo. Es importante colocarlo correctamente para que la postura de tu bebé sea la adecuada para mamar. Recuerda que debéis estar barriga con barriga y su boca debe estar a la altura de tu areola.
Si durante los primeros días te acostumbras a dar el pecho con el cojín de lactancia es posible que no encuentres una postura correcta cuando intentes amamantar a tu bebé sin él. Tranquila, es cuestión de práctica y tiempo. A pesar de utilizar el cojín intenta ser consciente de cómo colocas a tu bebé y así te será más fácil cuando no dispongas de él.
Posturas de lactancia que permite el cojín
De cuna: es la más habitual. Coge a tu bebé y coloca el cojín alrededor de tu cintura, de bajo de los brazos. Una vez ajustado el cojín coloca a tu bebé con su barriga pegada a la tuya y su cabeza a la altura del pecho. Esta postura te permite tener las manos libres para acariciarlo o recolocarle la boquita si no consigue engancharse al pezón.
De Rugby: también es una postura sentada y con el cojín alrededor de tu cuerpo, pero lo que varia es la posición de tu bebé. En este caso túmbalo sobre el cojín pasando sus piernas por debajo de tu brazo. Su cabeza debe quedar frente al pecho. Es una postura que se utiliza mucho en caso de gemelos o mellizos, ya que permite amamantar a los dos a la vez, uno en cada pecho.
Tumbada: es la postura más cómoda y que más gusta para las noches, ya que permite dar de mamar a tu bebé sin tener que levantarte de la cama. El problema de amamantar tumbada es que si tu bebé es muy pequeño y tu seno no es muy grande tendrá dificultades para alcanzar el pezón correctamente. El cojín le da altura para poder colocar su boca frente a la areola y pegar barriga con barriga.
Mi experiencia personal con el cojín es muy buena. Empecé a utilizarlo los últimos meses de embarazo cuando tuve que hacer reposo. Es ideal para estar sentada en la cama y leer, trabajar con el portátil o ver la televisión. En el hospital una vez nació mi bebé lo utilicé desde el primer día. Me ayudó a tener libertad en las manos para colocarlo correctamente (para favorecer la succión) y superar esas diferencias entre un pecho y el otro. Y ahora que mi bebé ya es mayor lo utiliza él. Es un cojín más de los muchos que tiene, ya que al ser moldeable le da mucho juego.
Josefina dice
Hola, me encanta tu artículo, es muy importante sobre todo para aquellas madres que aún no conocen estos cojines, gracias por compartir esta valiosa info.