La sorpresa es la última emoción que trataremos sobre tu bebé.
Esta aparece ante un acontecimiento inesperado, ya sea negativo o positivo, que a su vez desencadenará alegría o miedo.
Será muy fácil reconocer la sorpresa en el rostro de tu bebé: se producirá una elevación de las cejas, apertura de los párpados y dejará caer la mandíbula sin poner tensión en torno a la boca. El gesto resultante es la expectación.
Podrás generar sorpresa en tu bebé a través del juego. ¿Te acuerdas del famoso “cu cu – tras” escondiendo la cara tras las manos? Es uno de sus preferidos.
Observarás que la sorpresa sólo dura unos segundos y que seguidamente desencadena una nueva emoción, pero que si repites el juego la sorpresa aparece una y otra vez.
Cada vez que tu bebé consiga un nuevo logro en su autonomía o descubra algo por primera vez podrás ver esa expresión de expectación en su rostro.
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