Seguramente estas vacaciones el tubo de protección solar será uno de los indispensables en la maleta de tu bebé.
Aunque a veces hayas hecho la locura de exponerte al sol sin ningún tipo de protección recuerda que la piel de tu bebé es muy sensible y puede dañarse fácilmente.
Es recomendable que no salgas a la calle con tu bebé en las horas centrales del día donde los rayos del sol son más dañinos. Cuando lo hagas busca zonas con sombras y utiliza prendas de manga larga muy fresquitas para tapar su cuerpo.
Ahora bien, si sales de excursión a la montaña o pasas el día en la playa debes pensar en proteger la piel de tu bebé con una crema o loción solar.
En el mercado encontrarás diferentes tipos de protectores solares. A continuación hablamos de ellos:
- Las cremas con filtro químico que son las que habitualmente utilizamos los adultos están hechas a base de moléculas orgánicas de carbono. Absorben los rayos UV y los transforman en radiación térmica. Requieren un mínimo de 30 minutos en la piel antes de exponerla al sol para que tengan efecto. No se recomiendan utilizar en los bebés porque la piel puede absorber los factores químicos de la crema y sufrir alguna reacción alérgica o irritación.
- Las cremas con filtro físico están hechas a base de minerales como el oxido de titanio y zinc, la mica, el caolín o el talco. Crean una pantalla en la piel de tu bebé sin penetrarla que absorbe los rayos UV y no permite que estos toquen la piel. Acostumbran a ser densas y de un color blanco bastante intenso. No es necesario esperar para exponer la piel al sol después de aplicarla. Pueden utilizarse en niños mayores de 6 meses porque tienen menos riesgo de dañar la piel. Un truconsejo: si humedeces la piel de tu bebé antes de aplicar la crema se extenderá mejor y no dejará marcas blancas.
- En los bebés menores de 6 meses se recomienda no emplear ningún tipo de protección solar ni de filtro químico ni físico por ser aun muy sensible la piel y tener más posibilidades de hacer alguna reacción.
- El factor de protección solar (FPS) o índice de protección solar (IPS) indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la defensa natural de la piel de tu bebé frente al eritema o enrojecimiento. Las características de la piel de tu bebé indicará cual necesita. Se recomienda que:
- Para bebés con piel y cabellos oscuros o “morenitos” sería suficiente un factor 20.
- Para bebés con piel clara y cabellos claros se debería aumentar a un factor 40 o incluso 50.
- Para bebés con pieles que se enrojecen fácilmente, pecosos o pelirrojos siempre se utilice factor 50.
Además de proteger del sol las cremas o lociones hidratarán la piel de tu bebé por lo que son más aconsejables que no los formatos en spray, gel o barra.
Recuerda que por la posición de la tierra con respecto al sol en verano los rayos UV son más directos y dañinos incluso en los días nublados (únicamente las nubes densas de creación vertical bloquean el paso de los rayos UV) por lo que evita exponer a tu bebé sin protección en zonas al aire libre, tras una ventana o los cristales del coche. Al fin y al cabo se trata de proteger a tu bebé de los rayos del sol.
Ante cualquier duda no olvides pedir asesoramiento en tu farmacia o parafarmacia. La prevención es el mejor aliado para la salud de tu bebé.
Información Bitacoras.com
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