Desde el mismo momento de la concepción tu cuerpo va cambiando poco a poco para albergar en su interior una nueva vida y posteriormente traerla al mundo.
Tu útero aumentará de tamaño a lo largo de las 40 semanas de gestación, sus paredes se engrosan para nutrir la placenta y proteger a tu bebé. Además debe ejercitarse para cuando llegue el momento del parto.
A partir de la semana 20 puede que notes pequeñas contracciones que duran entre 15 y 30 segundos (aunque pueden prolongarse hasta 2 minutos) llamadas contracciones de Braxton Hicks. En segundos embarazos o posteriores es posibles notarlas antes.
Características de las contracciones de Braxton Hicks
Estas contracciones son espontáneas, sin dinámica. Puedes sentirlas de manera aislada a lo largo del día, con una separación entre ellas de horas o tener tres seguidas en la misma hora. Aunque no aumentan en número ni intensidad, carecen de ritmo.
Otra característica es que no afectan a todo el útero, sino que abarcan solo algunas zonas. Habitualmente se inician en la parte alta del útero y se extienden hacia abajo.
A diferencia de las contracciones patológicas o de parto no son dolorosas, pero sí intensas. Notarás como tu barriga se endurece y se tensa, incluso puede ser que hasta se deforme. Además no modifican el cuello del útero.
¿Por qué pueden aumentar en número o frecuencia?
Las contracciones de Braxton Hicks son totalmente normales y no son motivo de preocupación. A medida que tu embarazo avanza, sobre todo a partir de la semana 37, un aumento de estas contracciones puede desencadenar en las contracciones de parto.
Un esfuerzo físico o psicológico excesivo (como caminar deprisa, cargar peso, levantarse bruscamente, una discusión acalorada o situaciones de estrés) pueden desencadenar un aumento de las contracciones.
También se puede ver afectada directamente la actividad uterina ante infecciones urinarias o vaginales.
¿Cómo aliviar las molestias?
Las contracciones de Braxton Hicks no son dolorosas pero sí pueden ser muy molestas. Para aliviar la tensión de tu abdomen puedes cambiar de posición, caminar, tumbarte un rato a descansar y hacer alguna actividad que te relaje como tomar un baño o poner en práctica ejercicios de respiración y relajación.
¿Cuándo preocuparse y consultar con el obstetra o comadrona?
Es importante que si aún no has llegado a la semana 37 de gestación y las contracciones se vuelven más frecuentes, rítmicas o dolorosas acudas a urgencias para que un médico valore si estás en dinámica de parto.
Otros signos de alarma de parto prematuro que deberás tener en cuenta son:
- Más de 4 contracciones en una hora aunque no sean dolorosas.
- Ante el mínimo esfuerzo físico tienes contracciones.
- Pérdidas hemáticas o hemorragia vaginal.
- Aumento del flujo vaginal o cambios en el flujo (textura, color,…).
- Aumento de presión en la zona del pubis o dolor en la zona lumbar.
Desde el momento en el que sabes que estás embarazada tu cuerpo cambia y lo hace a un ritmo frenético. Es importante que lo escuches, te familiarices con los movimientos y las sensaciones que tienes. Esto te ayudará a detectar los cambios o la aparición de algún síntoma nuevo. Préstate atención y por pequeñas o sutiles que sean las sensaciones que tienes explóralas. Eso te ayudará a diferenciar una situación cotidiana de una que debe hacer que estés alerta.
Recuerda que tu cuerpo durante 9 meses acogerá y nutrirá a un bebé y las contracciones de Braxton Hicks son el mejor entrenamiento para cuando llegue el momento del parto.
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