La tos ferina es una infección de las vías respiratorias altas. Es una enfermedad muy contagiosa causada por una bacteria gramnegativa: la Bordetella pertussis.
Esta bacteria se encuentra ampliamente distribuida por toda la población y puede afectar a cualquier edad. En los países desarrollados se previene la morbilidad y mortalidad gracias a la vacunación en los primeros meses de vida.
La vacuna DTPa protege contra la tos ferina, así como la difteria y el tétanos. La vacunación de los bebés se realiza según el calendario vacunal. La primera dosis es a los 2 meses y para completar la vacunación se deben recibir 3 dosis en el primer año de vida (a los 2, 4 y 12 meses) y un recordatorio a los 6 años.
En los últimos años en España se ha observado un aumento de los casos de tos ferina en los bebés menores de 3 meses, cuando la enfermedad puede ser más virulenta. La mitad de los bebés que contraen la enfermedad necesitarán de un ingreso hospitalario para recibir tratamiento y en algunos casos puede producirse la muerte del lactante.
Empieza como un resfriado común pero los síntomas de la tos ferina empeoran con el paso de los días
El contagio del bebé se produce por las personas de su entorno más cercano que tengan la enfermedad (generalmente suelen ser los padres, hermanos mayores, abuelos, …) aunque no presenten síntomas. La enfermedad se transmite por el aire y el contacto. Al estornudar o toser expulsamos microgotitas que contiene las bacterias que causan la infección, estas pueden quedar en suspensión en el aire (y al respirar las inhalamos) o acabar en nuestras manos (al tocarnos los unos a los otros transmitimos la enfermedad).
La tos ferina se inicia como un resfriado común, con congestión nasal o moqueo constante, una leve tos o fiebre. No es hasta pasados 7 o 14 días que aparece la tos convulsa, repetida y que no cesa, que al expulsar el aire produce un silbido. En los bebés es posible que no aparezca la tos, por su labilidad y falta de fuerza, en este caso lo que puede ocurrir es que dejan de respirar.
La mejor manera de evitar la tos ferina es manteniendo una buena higiene
La principal medida de prevención para evitar que un bebé tenga tos ferina es evitar el contacto con personas que presenten síntomas de enfermedad (tos, dificultad respiratoria, dolor de cuello,…) y mantener una buena higiene de las manos. Además de asegurar una correcta vacunación al núcleo familiar (sobre todo a los hermanos).
Desde el año 2013 en España se recomienda vacunar de DTPa a las mujeres embarazadas, preferentemente entre las 27 y 36 semanas de gestación, aunque se puede administrar en cualquier momento del embarazo, independientemente de cuándo se haya recibido la última dosis de vacuna del tétanos. Esta vacuna debe administrarse en cada embarazo. De este modo la madre queda protegida contra la tos ferina (evitando el contagio al bebé) y protege al bebé los primeros meses de vida generando anticuerpos que se transmiten a través de la placenta.
Se recomienda administrar la vacuna a partir de las 27 semanas de gestación porque es en el tercer trimestre cuando se produce un mayor paso de defensas a través de la placenta de la madre al bebé. Y antes de las 36 semanas de gestación porque un adulto desde que se vacuna tarda unas dos semanas en generar anticuerpos.
La DTPa es una vacuna segura durante el embarazo. En ningún caso puede producir la enfermedad porque se compone de virus inactivo o muerto. Aunque como todas las vacunas puede producir efectos adversos leves y poco frecuentes, como molestias en la zona de administración o fiebre.
La única contraindicación para la vacunación con DTPa es ser alérgica a algún componente de la vacuna.
En España se vacuna en los centros de salud a las embarazadas de todas las comunidades autónomas desde 2016.
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