Los bebés, contrariamente a lo que se cree en general, también sienten las pérdidas de los seres queridos o algún objeto que consideran importante.
Los bebés sienten la ausencia de los seres queridos a través de los demás, del estado anímico que tenga la madre o el padre. La falta de contacto con esa persona sobretodo si era muy cercana les genera desconcierto. No saben qué significa la muerte o la separación prolongada en el tiempo como los adultos, pero sí padecen sus consecuencias emocionales.
La emoción que despierta en tu bebé, al igual que en ti, estas pérdidas es la tristeza.
La tristeza es parte del estado anímico de toda persona y ayuda a canalizar y aceptar las frustraciones, las pérdidas y las faltas. Estará presente a lo largo de toda la vida de tu bebé y le ayudará a crecer a nivel emocional.
Cuando tu bebé esté triste puede sentir pena, soledad, desánimo, melancolía y puede manifestar esta tristeza estando enfadado, ensimismado o apagado.
Si tu bebé está triste se encontrará en un estado de displacer que le puede generar incomodidad e irritabilidad tanto física como psicológica.
Para ayudarlo a superar esta tristeza y que vuelva a su estado habitual es muy importante que tengas hacia tu pequeño empatía (intentar entender porque se siente triste) y mantener una actitud positiva, esperanzadora y motivadora.
Una vez más a través del juego puedes enseñar a tu bebé las diferentes emociones, ayudarlo a identificar cual siente en ese momento y dar siempre una alternativa positiva a la tristeza.
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