La entrevista de este mes os quiere presentar a Clara, autora del blog Tierra en las Manos y madre de un pequeño Terrícola de 4 años.
Con Clara queremos hablar sobre la transformación que podemos tener las madres y padres si después de tener a un bebé nos dejamos tocar por su curiosidad y exploramos sus necesidades sin prejuicios, ni ideas preestablecidas.
Esperamos que, al igual que cuando navegas por su blog, cuando termines de leer esta entrevista no tengas otra cosa en la mente más que ensuciarte las manos y redescubrir el mundo como cuando eras niño.
Para empezar algo que nos llamó mucho la atención cuando entramos en el perfil de tu blog es saber que eres abogada. Nos podrías explicar ¿en qué momento decidiste cambiar los despachos por los parques?
Cuando decidimos tener un hijo dejé el despacho de abogados. Ahí el estrés era alto y los horarios intempestivos. Tenía claro que no era el lugar para cuidar a un bebé, ni tan siquiera dentro de la barriga. Así que lo dejé antes incluso de estar embarazada, para poder ofrecerle al peque lo que creía mejor.
¿Cuándo te diste cuenta que la maternidad no es algo que se pueda aprender en los libros, sino que hay que vivirla, sentirla y compartirla con tu bebé?
La educación y la crianza han sido temas que me han apasionado desde siempre. Incluso antes de ser madre ya seguía formaciones en estos ámbitos y leía un montón de libros (menos mal porque después hay menos tiempo, jejeje). Pero cuando tuve a mi bebé en brazos, cuando sentí los miedos de que no comía, no dormía, etc. en mi propia piel… o cuando sentí un amor tan grande que pensaba que no me cabía dentro… me di cuenta que sin la experiencia real es muy difícil llegar a comprender lo que vive una madre.
Las primeras sensaciones que me quedaron cuando empecé a leer tus artículos es lo desconectados que vivimos de lo primario, eso que forma parte de todos nosotros independientemente de que nuestro hogar este en el campo o la ciudad, nuestro nivel económico o cultural. Si tuvieras que dar 5 razones por las que es importante permitir a un niño estar en contacto con la tierra, las raíces, ¿cuáles serían?
Pues te diré dos que valen por todas. Una es… «Porque es eso lo que espera su propia biología», es una necesidad de su ser estar en contacto con la tierra, la arena, el agua… creo que hay algo de instintivo en ello y basta observar a los niños cuando les dejas jugar sin miedo a que se manchen… la felicidad que yo observo en Terrícola cuando hace un buen charco de barro… no se la veo cuando hace ninguna otra cosa (y esta última es la de la segunda, porque eso le hace feliz).
En tu blog encontramos actividades que se pueden hacer con niños al aire libre. ¿Podrías recomendarnos dos o tres para hacer con bebés de 0 a 3 años?
Pues con los más pequeños lo que es esencial es la exploración. A veces queremos preparar muchas actividades cuando el entorno ya ofrece un montón de opciones. Yo dejaría a un bebé al aire libre, que explorara por sí mismo el suelo, las hojas, lo que tiene a su alcance vaya.
Experimentar con agua es algo que les encanta también. Se pueden colocar vasos y jarras de agua para que hagan trasvases de líquidos, podremos observarles transportar agua de aquí para allá; con un esponja es posible que se dediquen a limpiar cuanto tengan a su alcance, etc.
¿Qué material o elemento es más versátil para realizar actividades con los más pequeños?
Si te refieres a masas sensoriales… a mí me encanta la pasta de sal. Es todo comestible, se conserva muy bien… se puede trabajar como la plastilina o dejarla secar para que queden figuras secas, que después se pueden pintar.
En relación a materiales en concreto… bloques de madera son un básico para todos los niños, pequeños y no tan pequeños. Con ellos se pueden hacer construcciones, imaginar que cada bloque es algo distinto, construir casas, etc. Cada niño le encontrará los usos más adecuados en función de su edad e intereses.
Algo que nos ha parecido muy complicado desde que somos padres es cómo acompañar a nuestro bebé a pasar de nuestros brazos al mundo sin imponer e interferir en lo que desea hacer. Según tu experiencia, ¿Cómo podemos conocer las preferencias de nuestro bebé a la hora de relacionarse con el entorno que le rodea?
Observando sin interferir. Criar a un bebé es mucho más fácil de lo que creemos. Es cansado, sí, es la etapa de la crianza en la que pasas más sueño y cansancio físico, pero en lo demás… es que todo llega solo. No hay que enseñarles a sentarse, ni a gatear, ni a comer, ni a caminar. Hay que dar espacio para que suceda y cuando el niño está madurativamente preparado y muestra ese interés, si lo permitimos sucede.
Y lo mejor… es que hacerlo así es más gratificante para él y más descansado para los padres.
Por lo tanto… no creo que haya que hacer nada especial para conocer las preferencias de un niño… si le observamos veremos que ya muestra por sí mismo si prefiere pintar o jugar a desmontar cosas, si prefiere la comida caliente o fría, etc.
Nos encantó tu post sobre ropa adecuada a cada tiempo, siendo un país mediterráneo donde el buen tiempo es presente casi todo el año ¿Porqué nos empeñamos en encerrar a nuestros hijos entre paredes?
Ufff, es complicado. Creo que la razón principal es porque llueve poco. Así que nos falta intimar un poco más con la lluvia y el mal tiempo… jejeje. En los países nórdicos, los niños salen llueva o no, de lo contrario vivirían encerrados. Aquí, en cierto modo, podemos permitirnos el lujo de estar en casa los poquitos días que llueve (al menos en algunas zonas del país).
De otro lado… tengo la sensación de que, en general, sufrimos mucho porque pasen frío o se manchen. Nos falta poner en el otro lado de la balanza todos los aspectos positivos que puede traer jugar afuera cuando llueve o hace frío, que son muchos (aprender a adaptarse a las inclemencias del tiempo, conocer el medio, disfrutar, etc.).
En tu blog hay muchos artículos sobre materiales DIY. ¿Te gustaban las manualidades antes de ser madre? ¿Dónde encuentras la inspiración para realizar estos materiales? Y algo muy importante, sobre todo para las madres y padres que trabajan ¿Inviertes mucho tiempo en preparar estos materiales? ¿Cuentas con ayuda para poder compaginarlo todo?
Uy, son muchas preguntas a la vez, jeje. A ver… sí, siempre me han gustado las manualidades. Ya de pequeña hacía un montón de ganchillo, jugaba con pasta de sal, plastilina… y ya en la adolescencia/adultez me aficioné a los abalorios y la joyería.
Los materiales que preparo para el peque son muy sencillos. Es un poco un «leitmotiv» del blog hacer cosas sencillas, no tóxicas y casi siempre son incluso comestibles (para minimizar incidentes y porque si es bueno para comer seguro que lo pueden manipular sin riesgos).
¿Sigues alguna pedagogía en concreto en el blog?
Por supuesto que hay algunas pedagogías con las que me siento más en sintonía que con otras, pero en general me gusta mucho la idea de la «pedagogía viva» que lo mejor es lo adecuado a cada momento. No creo que haya una pedagogía universal, que pueda englobarlo todo, y sí siento que en función del momento, del niño, la familia o el entorno pueda ir mejor una idea de una u otra pedagogía.
A mí personalmente me encanta Waldorf por su respeto a la imaginación del niño, la calidad de los materiales, la importancia de la naturaleza, el respeto al ritmo y ser de cada niño… Pero también me gusta mucho el trabajo que hicieron Rebecca y Mauricio Wild, las propuestas de Reggio Emilia… y la importancia de dotar al niño de autonomía que previó María Montessori.
En el fondo todas estas pedagogías confluyen en distintos puntos.
Para terminar, personalmente creo que la mejor forma de conectar con nuestros hijos es pensar y sentir como lo hacen ellos, desde la inocencia de ser niño. ¿Cómo crees que podríamos llegar a nuestro niño interior para acompañar a nuestros bebés?
Creo que empatizar con nuestros hijos puede ser de gran ayuda. Para ello, lo mejor es bajar siempre a su altura, cuando les hablamos, cuando jugamos con ellos, etc. Eso nos ayuda a abandonar la «superioridad» del adulto y nos permite conectar mejor con el niño. Además, cuando te acostumbras a bajar al suelo… te das cuenta de lo diferente que se ve el mundo desde ahí abajo, de lo imponente que pueden resultar las personas adultas, los edificios grandes, etc.
Tener tiempo o al menos reservarnos momentos a diario para estar sin prisa con ellos puede ser de gran ayuda. Ralentizar, dar valor a sus pequeños avances y descubrimientos hace que de golpe sintamos de nuevo esa ilusión por las pequeñas cosas y los pequeños progresos.
Y también… cambiar el chip que ha habido hasta ahora de que el niño manipula o que hace cosas para fastidiarnos. Los niños nacen siendo puro amor y eso es lo que esperan de nosotros.
Para mí estas tres ideas son claves para poder conectar con ellos y a la vez, cuando las has interiorizado, te ayudan a reconocer que tú fuiste niño y que esto era lo que necesitabas.
Clara, te agradecemos que nos hayas dedicado parte de tu valioso tiempo para contestar las preguntas de nuestra entrevista. Para finalizarla, ¿nos recuerdas qué otras formas hay para no perdernos ningún contenido de tu web? ¿Cómo se puede seguir a Tierra en las Manos en las redes sociales?
Sí, por supuesto. A parte de en la web Tierra en las manos donde está todo lo que escribo… Me podéis seguir en Facebook, que es dónde soy más activa, y en Instagram. No me da el tiempo para abastar más redes sociales ni implicarme en ellas, jeje.
Gracias a vosotros por entrevistarme, ha sido un placer. ¡Un abrazo!
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