
Bebé boca abajo
Tu bebé desconoce cuáles son sus límites corporales. Poco a poco a medida que crece va descubriendo su cuerpo y lo que puede hacer con él. Hasta que consiga moverse de manera autónoma tú deberás ayudarle en la exploración de cada parte de su cuerpecito.
Cuando nació tu bebé tenía unos reflejos arcaicos que garantizaban su supervivencia, pero necesita desarrollar su sistema motor y sensorial para alcanzar un reconocimiento preciso de su entorno.
La mejor forma de ayudar a tu bebé a que tome conciencia de cada parte de su cuerpo y desarrolle todo su potencial es alternar la posición cuando está horizontal: boca arriba y boca abajo.
Cuándo empezar a poner al bebé boca abajo
Aunque puedes poner a tu bebé boca abajo desde que nació a veces es difícil encontrar el momento. Las primeras semanas estarás demasiado ocupada entre las tomas, los cambios de pañal, los cólicos,… Seguramente no será hasta el primer mes que te des cuenta, mientras lo cambias de ropa o pañal, que durante unos segundos levanta su cabecita del cambiador. Ese será el mejor momento para que empieces a ponerlo boca abajo.
A diferencia de lo que creemos los bebés no deben estar siempre entre algodones. Para que sientan el movimiento y fuerza de sus músculos deben estar sobre una superficie relativamente dura. Por eso se aconseja que pongas a tu bebé sobre una manta o colchoneta fina en el suelo. Así tendrá la oportunidad de explorar su entorno sin peligro de caerse.
Una de las primeras recomendaciones que te darán sobre el cuidado de tu bebé cuando vayas a las clases de preparto es que tú bebé no duerma boca abajo para evitar la muerte súbita. El problema es que al mismo tiempo no te explican la necesidad de poner a tu bebé boca abajo y los beneficios de hacerlo.
Beneficios de colocar a tu bebé boca abajo
Cuando tu bebé está boca abajo:
- Ejercita y tonifica la parte superior del cuerpo.
- Desarrolla los músculos del cuello, los brazos y la espalda.
- Aprende a controlar la cabeza (desarrolla el sostén cefálico).
- Prepara la espalda para cuando se siente.
- Potencia su equilibrio.
- Le es más fácil ponerse de lado y poco a poco aprenda a voltearse, levantar su cuerpo con los brazos, reptar o gatear.
- Responde desde otra perspectiva a estímulos sensoriales.
- Ayuda al desarrollo de la vista (el bebé necesita ver primero a distancias cortas).
- Se reduce la presión ejercida en su cabeza por las superficies planas y se previene la plagiocefalia.
Al principio hay muchos bebés que no les gusta estar boca abajo. Lo más importante es que se acostumbre poco a poco a esta nueva posición. El tiempo que debe estar boca abajo hay que aumentarlo progresivamente. Para empezar puedes utiliza las actividades rutinarias -como la hidratación de la piel tras el baño o cuando lo vistas- para dejarlo unos minutos boca abajo un par de veces al día. A los 3 meses de vida se recomienda que una tercera parte del tiempo que está despierto lo pase boca abajo.
Es importante escoger un momento del día en el que tu bebé esté tranquilo, colaborador y tenga ganas de jugar. Si al ponerlo boca abajo no consigues que disfrute del momento cámbialo de posición y espera a que esté más receptivo. Procura que cuando incorpores una actividad nueva tenga una connotación positiva, sino tu bebé la rechazará y te costará mucho que acabe aceptándola.
Para aumentar el tiempo que pasa en esta posición sin enfadarse lo mejor es que utilices el juego. Poner muñecos frente a él y moverlos hacia los lados y hacia arriba despertará su interés, de esta manera levantará la cabeza y fortalecerá los músculos del cuello y la espalda.
Algunos trucos para que el bebé se acostumbre a estar boca abajo
Si a tu bebé no le gusta de entrada estar boca abajo puedes ayudarle incorporándolo un poco colocando una toalla enrollada bajo su pecho, a la altura de las axilas o apoyando a tu bebé sobre tu regazo boca abajo utilizando tu muslo como si fuera la toalla. Esto le permitirá ver con mayor facilidad lo que le rodea y liberará sus brazos para que pueda manipular objetos.
Colocarte a su nivel cara a cara mientras le hablas o cantas hará que se sienta más seguro y aguante más tiempo. También puedes tumbarte boca arriba y ponerlo boca abajo sobre tu estómago mientras le haces muecas.
Estimular la piel de su espalda con caricias hará que los músculos que se encargan de levantar la cabeza se contraigan y de esta manera tu bebé tenga que ejercer control sobre esta para bajarla.
Lo más importante es que cuando tu bebé esté boca abajo resulte un momento agradable para ambos. En cuanto empiece a inquietarse cámbialo de postura y ponlo a hacer otra actividad.
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