¿Sabes lo que ocurre con tu bebé desde que nace hasta que lo puedes sostener en brazos? ¿Qué atenciones recibe el niño? En este artículo te explicamos cuáles son los primeros cuidados que se le proporcionan al bebé nada más nacer.
Después de estar horas de parto, cuando parece que tu bebé no vaya a nacer nunca, una vez está fuera todo pasa muy deprisa. Cuando ves por primera vez a tu recién nacido y deseas que nada os separe, la enfermera o comadrona se lo llevará unos minutos para aplicarle los primeros cuidados lo más rápido posible y el pediatra realizará una primera exploración. Posteriormente si todo está bien te pondrán al recién nacido en tu pecho para que disfrutes de ese momento mágico que es sostener por primera vez a tu hijo.
En qué consisten los cuidados en el parto
Lo primero es evitar que tu bebé pierda calor. El primer gran reto al que se enfrenta un bebé cuando nace es el de respirar y el segundo estar calentito. No sé si habrás estado alguna vez en un quirófano pero para evitar la proliferación de gérmes la temperatura es bastante baja. Durante nueve meses tu cuerpo le ha proporcionado una temperatura estable a 37ºC y el contraste con la temperatura del ambiente puede causarle problemas.
Mantener caliente al bebé
Para conservar la temperatura corporal de tu bebé en el momento de nacer la comadrona lo envolverá en una mantita o saco térmico para que pierda el mínimo posible de temperatura. Eliminará los restos de sangre y exceso de vérnix caseoso con una talla estéril, pero se evita bañar a los bebés por dos motivos:
- el vérnix proporciona protección a la piel frente a agentes externos.
- el proceso del baño expone cambios de temperatura al bebé y puede favorecer la hipotermia.
Para realizar alguna técnica como eliminar secreciones o hacer una glucemia lo colocará sobre una cuna térmica.
Garantizar la permeabilidad de la vía aérea
También es posible que se realice una limpieza de la vía aérea superior si el recién nacido presenta alguna dificultad respiratoria o se observa un exceso de vérnix en los orificios nasales o boca. Para ello empleará una sonda conectada a un aspirador. Es un proceso rápido e indoloro para tu bebé.
Ligadura del cordón umbilical
La ligadura del cordón umbilical del neonato se realiza nada más nacer. Se coloca una clamp (pinza) antes de cortar el cordón. Una vez que inspecciona y se descartan posibles desgarros o ruptura de los vasos sanguíneos se limpia y se cura el muñón umbilical con alcohol al 70%.
En la gran mayoría de hospitales el clamp lleva una etiqueta con un número que identifica al bebé. La madre tiene en su pulsera identificadora con su número de historia clínica y el número del clamp de su bebé.
Para proteger al recién nacido frente a infecciones y lesiones derivadas de pasar por el canal del parto y la falta de soporte físico de tu organismo se le administran dos tratamientos farmacológicos.
Profilaxis de credé
Los genitales internos y externos de la mujer tienen una flora protectora que previene infecciones para la madre pero que puede producir una infección en los ojos del bebé. Para evitar la conjuntivis (oftalmia neonatorum) tras pasar por el canal de parto se aplica una pomada antibiótica, a base de eritromicina o tetraciclinas.
Prevención de la Enfermedad Hemorrágica del recién nacido
Para prevenir el síndrome de hemorragia del recién nacido por déficit de vitamina K se administra nada más nacer una dosis única de vitamina K intramuscular. Aunque también se puede administrar vía oral, sería necesario repetir varias veces la dosis y de esta manera con una única dosis están garantizados los niveles de vitamina K.
Este síndrome es poco frecuente, aunque cuando aparece sus complicaciones puden ser graves e incluso puede producirse la muerte del bebé. La vitamina K está implicada en la coagulación de la sangre, imprescindible para evitar hemorragias.
Los bebés en el momento del nacimiento tienen una baja reserva de vitamina K. Esto es secundario a que:
- La placenta es poco permeable a la vitamina K por lo que el paso de la madre al bebé es muy bajo.
- La vitamina K proviene de la dieta y la síntesis bacteriana intestinal. Cuando el bebé nace no tiene colonización bacteriana por lo que no puede sintetizar la vitamina K aunque la obtenga de la leche.
Mientras se produce la colonización bacteriana el recién nacido consume las pocas reservas que tiene de vitamina K provienientes de su madre. Si no se administra una dosis que supla este déficit existe el riesgo de que sufra una hemorragia.
Favorecer el contacto piel con piel
Por último una vez comprobado que tu bebé está bien y se le hayan aplicado los primeros cuidados básicos es importante favorecer el contacto piel con piel.
Colocar a tu bebé sobre tu pecho sin nada entre tu piel y su piel hará que reconozca tu olor y le dará seguridad. Además la mejor fuente de calor para mantener su temperatura será tu propio cuerpo. Si le quieres dar el pecho, con sólo tenerlo bien cerca de ti le brindará la oportunidad de seguir su instinto y empezar a succionar nada más nacer.
Deja una respuesta