Aprendiendo a ser papás (1)
Durante la búsqueda de nuestro bebé surgió la idea de ForoBebé y durante el embarazo no hizo otra cosa más que crecer nuestro interés por todo lo relacionado con el mundo de la maternidad y de la paternidad. Nuestro proyecto vio la luz el 1 de Diciembre de 2014 y tan sólo unas horas después nosotros éramos padres de un hermoso bebé, al que en el blog llamaremos a partir de ahora «Petit».
Un año después queremos compartir contigo cómo estamos viviendo la experiencia de ser padres. Una vez al mes hablaremos sobre nuestras vivencias durante el embarazo, el cuidado de Petit y cómo hemos pasado de ser dos, en realidad tres porque tenemos una labradora retriever preciosa, a una familia de cuatro.
Esperamos que te sientas reflejado/a en muchas de las situaciones que te vamos a contar y que compartas las tuyas con nosotros a través de comentarios o el foro.
No se me ocurre mejor manera de empezar a contaros nuestra experiencia como padres que desde nuestro positivo, cuando recibimos la noticia de que íbamos a ser padres.
Cuando Josep y yo hablábamos sobre cuándo y cómo compartir la noticia de nuestro embarazo, antes de obtener el positivo, siempre llegábamos a la conclusión que preferíamos esperar a que pasaran las primeras doce semanas de gestación para compartirlo con nuestra familia y amigos.
Sabíamos que muchos embarazos acaban casi antes de poder hacerte a la idea de que esperas a un bebé y preferíamos evitar que las personas que nos quieren se hicieran ilusiones antes de tiempo y luego (aunque suene un poco egoísta) tener que consolarlas, cuando en realidad los que necesitarían apoyo seríamos nosotros.
Además nos hacía ilusión ser los únicos que durante unos meses lo sabrían, fantaseábamos con la idea de miradas cómplices en comidas familiares, medias sonrisas ante la pregunta ¿Y vosotros cuándo?… Y por otra parte Petit es el primer nieto y sobrino por ambas familias, así que para todos es un acontecimiento especial, único y nos apetecía que durante unas semanas realmente solo fuera «nuestro».
Pero pronto aprendimos que las cosas no serían como las habíamos imaginado y que la maternidad/paternidad es impredecible, que lo mejor es dejar que los acontecimientos fluyan sin tener una idea preconcebida, adaptándonos en cada momento a las cosas según venían.
A las 6 semanas de gestación (tan sólo 15 días después del positivo) tuve pérdidas. Aunque en principio todo estaba bien (pudimos escuchar el latido del corazón de Petit en la ecografía de control) mi ginecóloga me dio la baja laboral por precaución.
Dada la aparición de contratiempos se hizo muy complicado mantener en secreto nuestro embarazo y tuvimos que decírselo a la familia. A pesar de que se alegraron mucho de la noticia, las siguientes semanas fueron muy intensas. Estábamos felices porque esperábamos a Petit pero el miedo a un posible aborto no nos abandonó hasta que entramos en el segundo trimestre.
La realidad hizo que no pudiéramos mantener el secreto del embarazo, ni tener tiempo para llevar a cabo todo lo que habíamos imaginado para comunicar que esperábamos un bebé. No es que hubiéramos pensado en hacer algo espectacular o exclusivo, pero en ningún momento pensamos que tendríamos que dar la noticia explicando el motivo de una baja médica.
A partir de ahí, tuvimos momentos maravillosos, otros llenos de miedo y tensión, pero siempre con la esperanza e ilusión de tener con nosotros a Petit. Fueron nueve meses que dieron mucho de sí. Las complicaciones no se acabaron con las pérdidas… pero eso lo dejamos para un poco más adelante.
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