Después del parto y de unos días de hospital ha llegado el momento del alta y de volver a casa con tu bebé. Es importante planificar la llegada a casa del recién nacido, ser previsores con lo que puedas necesitar los primeros días y hablar con tus familiares o amigos para que sepan como pueden ayudarte. A pesar que la vuelta a casa es un momento que hace mucha ilusión, el descanso será incluso menor que en el hospital, tu bebé tiene que adaptarse al hogar y va a ser quien marque las horas de sueño y de actividad.
Siendo un poco previsores y siguiendo algunos de estos trucos la vuelta a casa puede ser un poco más plácida.
Cómo organizarse ante la llegada de un bebé
– Prepara comida cuando tu fecha de parto se aproxime y congélala en fiambreras. De esta manera solo tendrás que descongelar y calentar la comida. Cuando las horas pasen entre cólicos, pañales sucios y llantos no tendrás que pensar en cocinar durante los primeros días de vuelta a casa.
– Delega aquellas funciones que no puedas hacer o pide ayuda: seguramente agradecerás que los abuelos te traigan provisiones del supermercado, te pongan alguna lavadora o acaben con esa montaña de plancha que se ha ido acumulando poco a poco. También podrán ayudarte en los cuidados del bebé y seguro que disfrutan bañándolo.
– Incorpora rutinas y horarios fijos lo antes posible. Es bueno empezar a tener unos horarios establecidos ya que te ayudará a la organización y a perder la sensación de desorientación o caos. La rutina también ayuda a tu bebé a acostumbrarse a la vida fuera del útero, le dará seguridad saber que cada mañana tras la toma del «desayuno» mamá lo cambia y le da un paseo o que por la noche después del baño y la toma descansará en su cuna.
– Descansa cuando el bebé duerme. Es difícil al principio acostumbrarse a dormir al mismo tiempo que tu bebé, pero si aprovechas sus momentos de sueño para hacer cosas acabarás exhausta, puesto que cuando se despierte pedirá comer, habrá que cambiar pañales y reclamará tu atención.
– Utiliza el sentido común y descubre qué es lo que mejor te va para cuidar a tu bebé. Madres, abuelas, vecinas… todo el mundo intentará darte su opinión y punto de vista. Quizá a ti y a tu bebé os va mejor el baño por la tarde antes de dormir porque lo relaja o todo lo contrario, no hay una formula maestra que tengas que seguir, cada bebé y cada madre son únicos. La manera en la que te organices tiene que beneficiarte a ti y tu bebé. Además recuerda que no todos los remedios o costumbres populares son buenos, por ejemplo si los médicos desaconsejan tomar alcohol durante el embarazo, ¿Qué es eso de poner anís en el chupete?
– Mantén las visitas a raya ya que después del parto y durante el puerperio tanto tú como tu bebé necesitareis descansar. Esta tarea es delicada, puesto que quizá alguien se pueda ofender si le sugieres que el tiempo de visita ha terminado. Es fundamental el papel del padre o persona de confianza encargada de cuidarte para que se respete este descanso. Para evitar situaciones incómodas o verte sobrepasada por las muestras de cariño de tus seres queridos, puedes hacer una postal o una foto del bebé y enviarlo a amigos y familiares como detalle de bienvenida. En esa postal puedes poner un texto tal que así: «Hola, soy Julia. Nací el 25 de Marzo de 2015 a las 3:40 horas. Pesé 2,850 gr y medí 48 cm. Mis papás César y Raquel me pondrán bien guapa para que vengas a conocerme la tarde que quieras de 16 a 19 horas.» Quizá tal vez quieras incluir alguna frase como por ejemplo «avisa a mis papás que quieres venir a vernos» con el objetivo de evitar la coincidencia de visitas.
Lo más importante para garantizar la bienvenida al hogar del recién nacido es procurarle un ambiente tranquilo y confortable. Será de gran ayuda haber diseñado un rincón de la casa especial para que puedas darle de mamar, acunarlo en tus brazos o cantarle alguna canción entre caricias, esto hará que el bebé se sienta seguro y amado que es justo lo que necesita los primeros días de vida.
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